¿Cómo nos alimentamos en la dimensión digital?
¿Cómo nos alimentamos en la dimensión digital?
Escapándonos del síndrome del mundo cruel – Por Joan Cwaik – Fuente: El Observador
La exposición constante a contenido digital negativo y alarmista está moldeando nuestra percepción del mundo de manera muy profunda
El síndrome del mundo cruel es un término desarrollado por George Gerbner, en la década del 70, para describir cómo la exposición constante a contenido violento en los medios de comunicación puede hacer que los espectadores perciban el mundo como un lugar mucho más peligroso y peor de lo que realmente es. Gerbner, uno de los pioneros en el estudio de los efectos de la televisión en la sociedad, demostró que existe una correlación directa entre la cantidad de televisión vista y el nivel de miedo que una persona siente. Las razones de esta correlación siguen siendo objeto de debate hasta hoy en día entre todos los que estudiamos los vínculos entre tecnología y sociedad, pero es innegable que los medios tienen un poder significativo para moldear nuestra percepción de la realidad.
Ahora bien, en 2024, en una era dominada por la IA generativa y redes omnipresentes, ¿cómo se vincula esto?. La democratización de la inteligencia artificial, con la incorporación de Meta AI en aplicaciones como WhatsApp hace muy pocos días, ha amplificado tanto la cantidad como la calidad de la información a la que estamos expuestos, alterando profundamente nuestra percepción del mundo.
En mi segundo libro, “El Dilema Humano: del homo sapiens a homo tech”, que publiqué a mediados de 2021, exploré cómo la tecnología afecta nuestros comportamientos sociales y nuestra percepción del mundo en múltiples ángulos. Hoy, veo que esos efectos se intensifican con el uso masivo de redes y la IA que nos rodea. Las plataformas no solo amplifican la información, sino también la desinformación y muchas veces los contenidos sensacionalistas, creando una atmósfera de ansiedad y miedo constante en un gran sector de la sociedad. La ludopatía infantil es otro tema preocupante relacionado con la exposición masiva a la tecnología. Los videojuegos y las aplicaciones diseñadas para ser adictivas afectan no solo el comportamiento, sino también la salud de los más jóvenes, aumentando sus niveles de ansiedad y su percepción de un mundo muchas veces muy hostil. Esto se vincula directamente con el concepto de preservación digital de la infancia, que analiza cómo la sobreexposición tecnológica puede afectar el desarrollo cognitivo y emocional de los mas chicos.
La inteligencia artificial generativa, que ahora se ha democratizado y cada vez es una parte integral de nuestras vidas, también juega un papel crucial en este fenómeno. Los algoritmos de IA están diseñados para maximizar el engagement, a menudo priorizando contenido emocionalmente cargado y sensacionalista, lo que puede exacerbar muchas veces nuestra percepción de un mundo mas peligroso y caótico.
Entonces, ¿cómo podemos llamar a este fenómeno? ¿Estamos viviendo el síndrome del cruel en la era digital? ¿La ansiedad globalizada? ¿El pánico virtual? Cualquiera sea el nombre que le demos, la realidad es que la exposición constante a contenido digital negativo y alarmista está moldeando nuestra percepción del mundo de manera muy profunda.
¿Cómo podemos equilibrar el consumo de contenido digital para evitar una percepción distorsionada del mundo? ¿Qué papel juegan las redes y la IA en amplificar nuestros miedos? ¿Es posible usar la tecnología de manera que nos conecte de forma más positiva?
En última instancia, nuestra percepción del mundo es una construcción influenciada por las historias que elegimos contar y escuchar. Es fundamental que, en esta era digital, nos convirtamos en consumidores críticos y conscientes de la información que consumimos, buscando siempre un equilibrio que nos permita mantener una visión más realista y menos alarmista del mundo que nos rodea. Porque, al final del día, la verdadera libertad radica en nuestra capacidad para discernir la realidad de la ficción y elegir cómo queremos vivir finalmente nuestras vidas. Al adoptar una postura crítica y reflexiva frente a los medios y la tecnología, podemos escapar del síndrome del mundo cruel y construir una visión más equilibrada y positiva de nuestro entorno.
Al final del día, es nuestra responsabilidad utilizar la tecnología de manera que enriquezca nuestras vidas y fomente conexiones auténticas. Y en este viaje hacia una mayor conciencia digital, recordemos siempre que la calidad de nuestras percepciones depende de la calidad de nuestras elecciones.